SUEÑO LÚCIDO:
QUÉ ES Y CÓMO LOGRALO
Un sueño es lúcido cuando estamos soñando y nos damos cuenta de ello. Esto puede ocurrir de forma espontánea. Mucha gente los tiene a diario sin ningún tipo de problema y disfruta de las posibilidades que da esta forma activa de soñar. Pero la mayoría de la gente, no recuerda haber tenido nunca uno o simplemente no los tienen, con lo que pierden las infinitas posibilidades que nos ofrecen los sueños. Los sueños lúcidos se pueden provocar haciendo una serie de ejercicios. A algunos les cuesta más y otros consiguen resultados inmediatamente. Lo importante es ser constante, no desanimarse y si pasa mucho tiempo sin resultados, descansar y no forzar.
El primer paso para lograr la lucidez en los sueños es trabajar la memoria onírica. Para ello, lo mejor es apuntar al despertar los sueños que recordemos haber tenido. La razón de hacerlo al despertar es sencilla: los sueños se olvidan fácil y rápidamente (incluso cuando tienes el sueño muy claro y crees que no se te puede olvidar).
Al acostarte puedes leer algún sueño de los que has apuntado, fijándote en los detalles. Sobre todo en los detalles en los que tendrías que haberte dado cuenta de que estabas soñando (ver gente andando sobre el agua, un elefante en bañador en tu salón, cosas así...). Antes de dormir repítete que te darás cuenta de estar soñando (hazlo con convicción).
Durante el día, hay que comprobar la realidad. Si lo hacemos muchas veces al día, nos ayudará a sospechar en el sueño y la prueba nos sacará de dudas (no siempre funciona, pero siempre acaba funcionando).
Pruebas de realidad típicas: El reloj: Si estamos en un sueño, el reloj no se comporta de la forma habitual. En los analógicos, las agujas se mueven sin control y en los digitales, los números cambian a lo loco o pueden aparecer palabras en lugar de números.
El salto: Si saltas en un sueño, puedes quedarte en el aire, ir más arriba de lo humanamente posible o, si vuelves a caer, ocurrirá muy suavemente. Si te quedas en el aire es un buen momento para volar.
La tarjeta: Te puedes hacer una pequeña tarjeta en la que ponga: «ESTO ES UN SUEÑO» (o lo que tú quieras que ponga). Al mirar la tarjeta en el sueño la frase puede cambiar o las letras moverse. Esto sólo son ejemplos. Puedes pensar por ti mismo pruebas que te ayuden a saber si estás soñando o estás despierto.
Cuando por fin conseguimos el sueño lúcido, nos encontramos en un mundo en el que no estamos limitados por cargas físicas y los límites los pone (o quita) la imaginación de cada uno. Tener control total en el mundo onírico es algo que puede llevar años...
Los principiantes pueden empezar haciendo cosas como volar, mover objetos o intentar viajar con sólo pensar en el lugar de destino. En cualquier caso, aunque se recomienda la práctica de estos y otros ejercicios que nos ayudan a movernos con más facilidad en el sueño y disfrutar de la libertad que tenemos en este mundo, debemos recordar que los sueños también nos muestran información de cosas que andan mal y a las que debemos prestar atención o simplemente de cosas a las que debemos prestar atención aunque no estén mal. |